Puffs originales, bonitos y divertidos. ¡Para molar hay que tener uno en casa!

El boom de los puffs ya ha pasado, pero a pesar de ello, aún siguen siendo un complemento perfecto para darle un toque desenfadado e informal a cualquier estancia aportándole originalidad al asunto. Porque el puff siempre va a ser divertido. ¡Y hay que tener un puff para molar!

Es un mueble baratito, que al no tener un gran tamaño puede ponerse en cualquier lado y además tenemos en el mercado una gran variedad de formas, colores, alturas e incluso materiales. Un puff grande y blandito y una alfombra van de maravilla para tirarse en el suelo y leer, ver la tele o jugar con los monstruitos de la casa. ¿Qué más se puede pedir?

No tenemos por qué usarlo sólo en salón. Es tan versátil que va estupendamente bien en cualquier estancia de nuestra casa, ya sea el salón, el baño, la terracita y la habitación de los peques.

Además, como es un mueble sencillo y ligero, pueden tener distintos usos. Si no mira estos ejemplos en los que se usa de mesita auxiliar, cajonera o incluso el lugar favorito de tu mascota; más cómodo imposible.

Y no te preocupes, que si vas buscando un puff barato, más barato imposible: hazlo con tus propias manos. Es un DIY perfecto para entretenerte una tarde de domingo y además poder presumir de lo bonito que te ha quedado 🙂

Si te animas a comprar algún puff para tu hogar, ¡nos encantaría ver unas fotitos de cómo ha quedado! Que tengáis un día del diez.